En realidad, nuestra estancia no ha sido nada satisfactoria. Si bien es cierto que el lugar es muy bonito, el confort no ha sido el esperado.
La primera sorpresa es no encontrar un servicio de check in “humano”, pero como se resolvió con facilidad vía telefónica no le dimos mayor importancia.
Al llegar a la habitación, no vimos una TV en la habitación. Parece mentira que algo tan básico como eso hoy no se encuentre disponible; suponemos que responderá a que, por motivos de seguridad no pueden tenerlas vigiladas y es probable que se las lleven.
El descanso ha sido horroroso. Tampoco podemos achacarlo a su culpa dado que responde al escándalo, para empezar, de pitidos de coches en la entrada; y para continuar, los gritos de una discusión de una pareja en habitaciones contiguas; pero el sonido de cualquier habitación se filtraba por las salidas de humos del WC. Además hemos pasado frio y no había ninguna manta adicional en el armario para poder utilizarla.
Pero sin duda, el colmo ha sido la mañana siguiente cuando no nos hemos podido duchar debido a que no salía agua caliente. Hemos llamado al número facilitado para el check in en varias ocasiones, sin respuesta alguna por su parte, por lo que hemos tenido que abandonar la habitación sin poder ducharnos y sin solución alguna. Tampoco al entregar la llave se han interesado por nuestra estancia.
Como bien digo, el lugar es encantador, aunque veo difícil que podamos repetir estancia en este lugar.