La hacienda es hermosa, han respetado la arquitectura y diseño original, esta rodeada de jardines y un pequeño lago.
La comida es muy rica y el servicio es bastante bueno, pudimos tomar un tequila que llevamos y que ellos no tenían ahí, lo cual se agradece :D
El único inconveniente fue nuestra cama, solo estuvimos 1 noche y y fue muy incomodo, la cama muy ruidosa con cualquier movimiento y se sentía aguada, nos sorprendió pues no es lo que se espera de un hotel de esta categoría, se lo comentamos a las personas del lugar y dijeron que lo iban a corregir, ojalá que sí.
A pesar de esto, lo recomiendo para una escapada rápida de Guadalajara.